Huamantla

En la ruta turística “Huamantla y el Oriente”, a 45 km al oriente de la ciudad de Tlaxcala, a sólo 165 km de la ciudad de México, a 74 km de la ciudad de Puebla y a 271 km del puerto de Veracruz, se encuentra un Pueblo Mágico de especial belleza, asentado en un valle de la ladera noreste del volcán Matlalcuéye (La Malintzín) a 2,553 metros snm: Huamantla.

El zócalo de Huamantla
El zócalo de Huamantla

Huamantla significa «la de la falda de jade», referida a La montaña, que en su designación original, alude a la diosa acuática a la que se invoca por lluvias y humedad, esa deidad prehispánica llamada Matlalcuéye entre los tlaxcaltecas.

La primera aldea sedentaria de la actual Huamantla fue uno de los 13 asentamientos descubiertos hasta ahora en Tlaxcala. Esta localidad debió formarse entre los años 1800-1700 al 1200 a. C. con agricultores que formaron una pequeña aldea. Ahí se constituyó el centro del poder político, económico y religioso regional, controlando las villas, aldeas y estancias que se localizaban alrededor de «Tecoaczingo».

Trabajos arqueológicos en los sitios Ejido de Xalpatlahuaya, Pueblo del Carmen, Los Cerritos de Natividad y Loma de San Dieguito, en Huamantla, detallan desarrollo urbanístico por la disposición de plazas, limitadas por altas estructuras piramidales, calles internas perfectamente trazadas y plataformas de menor tamaño para zonas residenciales de líderes.

El códice de Huamantla, del siglo XVI, narra la emigración de los otomíes desde Chiapan, Estado de México, pasando por la parte norte y este del actual estado de Tlaxcala, hasta llegar a su lugar definitivo en Huamantla, hacia el año de 900 d.C; En el códice se señala el lugar de los asientos principales de sus pobladores.

Calles de Huamantla
Calles de Huamantla

Este famoso códice, se pintó en el siglo XVI en una tira de papel amate en forma de rectángulo, y según Boturini medía poco más de 8.50 metros de largo por 1.90 metros de ancho. Fue redescubierto por Lorenzo Boturini hacia 1740, en una ermita de la jurisdicción de Huamantla, Tlaxcala, zona de influencia otomí. Por ello y por su contenido es probable que haya sido elaborado por otomíes. Es un documento interesante, ya que en él se plasman tanto escenas estilísticas del arte de los nahuas del Posclásico Tardío, como del siglo XVI. Por la importancia y valía del documento, en 1997 fue inscrito por la UNESCO en el Registro de la Memoria del Mundo. Actualmente existen siete fragmentos en la Sala de Códices de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia en la CDMX.

En la Colonia, por instrucciones del virrey don Antonio de Mendoza, el gobernador de Tlaxcala, señaló el lugar para erigir el pueblo de San Luis Huamantla, dando posesión de los solares correspondientes a los fundadores nombrados por su majestad. El lugar estaba bien dotado de recursos naturales y de un suelo fértil, pues tenía muchos campos para ejidos y montes. Al sitio, los otomíes llamaron Matlacuayetl o sierra de las faldas azules.

Exconvento de San Luis Obispo
Exconvento de San Luis Obispo

De Huamantla puede decirse que la penetración española fue vía el mercado de bienes raíces y por transacciones que realizaron las grandes casas señoriales. La penetración española impulsó una agricultura mercantil, sobre todo en Huamantla, que se convirtió en el siglo XVII en un dominio de labradores españoles. Como heredera de la cabecera de Tizatlán, recibió a los primeros franciscanos en 1567, iniciando la construcción del convento en ese año, bajo la dirección de Fray Pedro Meléndez.

La población indígena de Huamantla mostró su simpatía por el movimiento de Miguel Hidalgo la madrugada del 15 de septiembre de 1810. En 1822 se funda el municipio de Huamantla y el 9 de octubre de 1847 la ciudad es declarada Heroica por el rechazo valiente del pueblo a los invasores norteamericanos.

Huamantla se vio beneficiada con el paso del FC México-Veracruz, lo que le permitió comercializar su producción local. Su larga experiencia agropecuaria en un bien cimentado sistema de haciendas continúo a lo largo del porfiriato, llegando los procesos de transformación al establecimiento de agroindustrias como los molinos de harina.

Huamantla fue dominada por los hacendados más importantes del estado, quienes obligaban a los campesinos a trabajar desde las cuatro de la mañana hasta las siete de la noche pagándoles sus jornales con fichas para intercambiarlas en la tienda de raya.

Entre sus atractivos culturales y turísticos, Huamatla ofrece:

Las columnas prehispánicas que se localizan en el barrio de Santa Anita, zona de propiedad privada (En Huamantla existen 21 zonas arqueológicas).

Palacio Municipal de Huamantla
Palacio Municipal de Huamantla

El Palacio municipal guarda en su interior un mural que narra la fundación de la ciudad, realizado por el maestro Desiderio Hernández Xochitiotzin, una reproducción en relieve del Códice de Huamantla y una galería fotográfica de los presidentes municipales.

Las Haciendas

Entre las haciendas dignas de procurar su visita están aquellas que se edificaron durante los siglos XVIII a XIX: San Martín Notario, La Natividad, Xalpatlahuaya, Santa Bárbara y San Francisco Soltepec. Las que se edificaron durante los siglos XVIII A XX fueron: San Cristóbal Lagunas y la Compañía. Las que se edificaron durante el siglo XIX y XX son: San Francisco Tecoac, San Miguel Báez, Santiago Brito, El Molino, Guadalupe, San Antonio Atenco, la de Xonecuila y El Balcón.

El Monumento al toro es una magna escultura del arquitecto Diódoro Rodríguez Anaya. Este Monumento se encuentra en la entrada a Huamantla, dedicada a la afición taurina de la región.

Ex-Hacienda Soltepec
Ex-Hacienda Soltepec

El Museo Nacional del Títere es famoso por su originalidad y reconocido en Latinoamérica, ubicado en una antigua casona del siglo XVIII, con ejemplares de Asia y Europa. De la parte nacional se contemplan algunas piezas articuladas de origen prehispánico encontradas en las zonas arqueológicas de Cacaxtla y Xochitécatl, una valiosa colección de títeres de la primera época de la famosa compañía “Rosete Aranda”, así como de ejemplares de hilo y de guante, creados y donados por Donald Cordry de Estados Unidos.

Fiestas en Huamantla

En Huamantla las principales danzas locales son la de los ketzalines, vaqueros vasarios y matlachines, con acompañamiento musical, rigurosamente requerido con orquesta de instrumentos de viento para acompañar por las calles.

Del 1º al 15 de agosto se celebra la feria de Huamantla, en honor a la Virgen de la Caridad. En la basílica de la Caridad se confecciona la primera alfombra de flores, se queman fuegos artificiales y hay serenata. Diariamente hay elaboración de los extraordinarios tapetes y alfombras de aserrín multicolor y de flores en el atrio de la iglesia de la Caridad, mismos que se colocan a lo largo de las principales calles (cuatro kilómetros. aproximadamente) por dónde pasará la procesión de la Virgen.

Templo de la Virgen de la Caridad
Templo de la Virgen de la Caridad

En la noche hay peleas de gallos en el palenque, misa solemne en la basílica de la Caridad y una cascada de fuegos pirotécnicos. El 19 de agosto al medio día es la tradicional “Huamantlada”, realizada por calles y callejones tradicionales. Ahí son soltados novillos que corren por el empedrado llevándose entre sus astas a aquellos valientes que se tiran a correr frente a ellos, provocándolos.

Huamantla cuenta con fama a nivel nacional e internacional, por el diseño y la elaboración de las mencionadas alfombras de aserrín y flores, el trenzado de hilo macramé con el que diseñan maceteros, rebozos, carpetas, manteles, bolsas, monederos, morrales y capas.

Otro atractivo (este para el paladar) es su pulque. Se puede deleitar junto a los tlachiqueros el aguamiel fermentado en jarros y escuchar de sus bocas la historia viva de este elixir de dioses.

La gastronomía municipal es muy rica y variada y se basa en el cabrito al horno, barbacoa enchilada y blanca, cecina asada y ensalada de nopalitos. Los dulces famosos son los muéganos, frutas en conserva y dulces cristalizados de azúcar.

Pueblo Mágico al fin, Huamantla guarda el misticismo que atrae a propios y extraños. Un lugar que vale la pena visitar, una y otra vez.

Más información: Municipio de Huamantla

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