Real del Monte, antiguo emporio minero

Ubicado en el corazón turístico del Corredor de la Montaña, en la cima de la Sierra de Pachuca, Hidalgo, se encuentra Real del Monte: una bella ciudad fundada entre bosques de pinos, que destaca entre las más altas del mundo.

Real del Monte

Bautizada como Real del Monte en 1577, siglos después, en 1824 fue llamada Mineral del Monte; antes recibió el nombre de “Maghotsi” (paso alto) por los otomíes, quienes pasaban por esta sierra cuando llevaban sus mercancías a Tenochtitlán.

Hoy es una ciudad de gran tradición histórica, con una fisonomía característica que nos transporta en el tiempo y cautiva nuestros sentidos. Su gran renombre se debe principalmente a la riqueza mineral de la región, al grado que durante mucho tiempo ocupó el primer lugar nacional en producción de plata.

Antigua Mina
Antigua Mina

Colores de antaño

La inefable población ha tenido épocas de auge y conserva un gran legado cultural y una herencia arquitectónica única. Caminar por sus inclinadas calles y callejones adoquinados es una maravilla, lo mismo que admirar las casas remodeladas y pintadas con colores cálidos, que rememoran su aspecto de hace más de un siglo.

En su Plaza Central, destaca un bello kiosco, jardines y casas de atractivos tonos pastel, donde dominan los azules, rosas y amarillos; enfrente se ubica una reliquia del siglo XVIII, la iglesia dedicada a Nuestra Señora del Rosario, junto hay tiendas con artesanías y artículos de plata, como pulseras, brazaletes y joyería en general. En su calle principal pueden observarse antiguos edificios: la botica, el mercado, la cantina y la peluquería.

Entre las bellas y llamativas calles de la ciudad, se encuentran las denominadas Morelos y Guerrero, mismas que surgen como mudos testigos del antiguo auge minero que prevaleció durante el siglo XVIII, el cual puede observarse en los detalles únicos de las casas, calles y plazas.

Zócalo e iglesia

Frente al mercado se encuentra la Plaza del Minero, considerada entre los sitios de mayor valor histórico por los habitantes, al contener el principal monumento que representa el orgullo del gremio y sus constantes luchas sindicales. En los alrededores surcan el cielo, las torres y arcos que dan acceso a las minas más importantes de Hidalgo como: La Purísima, La Rica, La Dificultad, y la de Dolores.

Muchas calles son escenario de diversas actividades culturales y turística. Todas lucen ahora un renovado esplendor, donde destacan casas tipo inglés de altos techos, tejas rojas, balcones de cantera labrada y de herrería forjada. En cuanto a la gastronomía, aquí es posible disfrutar el típico “paste”: una empanada regional que los mineros ingleses heredaron a la región; también, se bebe la “tachuela”, una bebida refrescante preparada con aguardiente, oporto y jerez, o bien probar el delicioso pan de pulque, los cocoles y ricas enchiladas mineras. Y para ambientarse como en los pasados tiempos, está La Principal, una cantina con sabor de antaño con los más deliciosos pastes.

Calle del centro Real del Monte
Calle del Centro

Herencia sin precedente

En esta región, abundante en recursos naturales y mineros, la compañía Aventureros de las Minas de Real del Monte fundada en 1824 en Londres, trajo en 1826, la maquinaria más moderna e introdujo la mecanización a vapor. En 1849 traspasó sus acciones a la compañía mexicana Empresa de Minas de Real del Monte que creó las bases para modernizar la industria minera, para luego vivir un auge que a su vez activó la agricultura, el comercio regional y favoreció el aumento del mercado interno.

Con la llegada de la minería moderna a la región, se abrieron caminos, repararon haciendas de beneficio, talleres y almacenes. En la actualidad esta serranía posee un gran laberinto de cientos de kilómetros de imperceptibles túneles, tiros y socavones de cientos de kilómetros bajo tierra. Asimismo, aquí existen algunas minas modernas donde aún se explota su mineral e instalaciones.

Monumento a la Minería

El mejor ejemplo es la Mina de Acosta, un interesante Museo de Arqueología Industrial, donde el turista recorre 400 metros bajo tierra para conocer las diversas técnicas extractivas empleadas en la época prehispánica, la colonia, la etapa inglesa y la moderna. Es un paseo muy ilustrativo para los visitantes de todas las edades.

Panorámica Real del Monte.
Panorámica Real del Monte

En esta mina se aprecian algunos de los mayores avances tecnológicos en la minería, porque desde 1825 esta región trajo las más grandes máquinas de vapor, así como la Revolución Industrial a América. Además es el lugar, donde en 1799, se registró el primer movimiento laboral de huelga, emprendido contra el empresario minero Pedro Romero de Terreros.

Aunado a esto hay que reconocer que los ingleses dejaron una influencia arquitectónica y cultural sin precedentes. Nos heredaron el fútbol. Los mineros de Real del Monte fueron quienes lo practicaron por primera vez en México, organizaron equipos y torneos, y aportaron lo que hoy es el deporte más popular en el país.

Otros atractivos

En el Cerro del Judío se encuentra el Panteón de los Ingleses, un espacio entre pinos que luce interesantes epitafios poéticos, donde puede admirarse una antigua costumbre de los ingleses fuera del hogar: orientar sus tumbas en dirección a la Gran Bretaña.

Aquí está sepultado Richard Bell, el primer payaso que llegó a México a fines del siglo XIX, quien en protesta por los desaires de sus paisanos pidió que su tumba se orientara en sentido opuesto, así que esta es la única tumba que altera la geometría del panteón. En la entrada del cementerio, en la puerta de hierro forjado, con fecha de 1862, puede leerse lo siguiente: “Blessed are the deadwho die in The Lord” (Benditos son quienes mueren en El Señor).

Las Peñas Cargadas.
Las Peñas Cargadas

En las cercanías hay otro atractivo muy interesante de origen natural, es un paraíso saturado de verde, donde se elevan enormes estructuras de piedra de hasta 80 metros de altura, las cuales sostienen en su cima otras rocas de gran tamaño. Se trata de Peñas Cargadas, un área ubicada a sólo 15 minutos de Real del Monte. Recibe ese nombre por las caprichosas formas que adquieren los basaltos columnares que se encuentran en sus 3 hectáreas de superficie. Es un valle de piedras encimadas en equilibrio, ideal para realizar días de campo, acampar, hacer rappel o senderismo, o sólo disfrutar del paisaje, el clima fresco del frondoso bosque de pinos y encinos lo permite de forma ideal. Cerca también está el Pueblo Mágico de Huasca, San Miguel y Santa María Regla, y los famosos Prismas Basálticos.

Real del Monte es un Pueblo Mágico encantador, que además cuenta con varias celebraciones a lo largo del año, donde destacan las fiestas dedicadas a Nuestro Señor de Zelontla, el Carnaval que tiene lugar en marzo, y durante la segunda semana de julio se lleva a cabo el Festival de la Plata, con muestra artesanal y eventos culturales en plazas y callejones, y al mismo tiempo se celebra el Día del Minero.

La plata y la madera son los materiales que representan la artesanía de Real del Monte. Los diseños y el trabajo artesanal son muy atractivos y suelen ser admirados por los visitantes después de probar el platillo típico de la región, los pastes, que son empanadas hechas de harina, rellenas de carne, cebolla y papa, sazonadas con mantequilla y sal. Un pequeño y delicioso manjar típico.

Es un poblado ubicado en la sierra, donde se nubla fácilmente y llueve con frecuencia, y en invierno se acentúa el frío y llega a nevar, creando un espectáculo mágico de coloridas casas entre la niebla.

Más información: Hidalgo.Travel

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