Situada a orillas del río Mapocho, Santiago de Chile, considerada la tercera ciudad latinoamericana con mejor calidad de vida, ofrece un sinfín de atractivos entre sus antiguas construcciones, modernos edificios y paisajes montañosos. En sus alrededores, podrá disfrutar del ski y pasear por viñedos.
Compuesta por 36 municipios y designada la tercera urbe latinoamericana con mejor calidad de vida, después de Montevideo y Buenos Aires; Santiago de Chile refleja el notable crecimiento de esta nación sudamericana en los últimos años, pues a la fecha la metrópoli concentra más del 40% de la producción económica del país y conforma un tercio de su población total, lo que le ha valido ser nombrada como la séptima ciudad más habitada de América Latina.
Entre construcciones históricas, como el Palacio de la Moneda, edificado en el siglo XVIII y hoy sede de la presidencia, y los inigualables paisajes que regalan la Cordillera de la Costa y los Andes, alrededor de la urbe se aprecian innovadores y altos edificios construidos a partir de los años 90, donde operan las principales empresas y corporaciones financieras.
Es así como el conocido Barrio Alto concentra el moderno y pujante mundo de negocios de la ciudad, conocido como Sanhattan.
Otro barrio en el que se localizan oficinas de importantes compañías es El Golf, en el oriente de la capital, donde también se ubican reconocidos centros gastronómicos y el hotel The Ritz Carlton, uno de los más lujosos en América Latina.
Un paseo cultural
La visita obligada en el itinerario de todo turista es el recorrido por las Universidades Nacional y Católica de Chile y los museos Nacional de Bellas Artes, Histórico Nacional, de Arte Contemporáneo, Historia Natural y Arte Precolombino, que resguardan valiosas colecciones en edificios de hermosa arquitectura.
Para gozar una buena obra de teatro y música, dos buenas opciones son el Teatro de la UC y la sala de conciertos La Batuta.
Uno de los lugares bohemios y artísticos por excelencia es el barrio Bellavista, en los municipios Providencia y Recoleta. Ahí puede admirarse la casa de Pablo Neruda, conocida como La Chascona y declarada monumento nacional.
La plaza y centro cultural Camilo Mori, el centro artesanal y gastronómico Patio Bellavista, el recinto cultural Montecarmelo y el cerro San Cristóbal, en el Parque Metropolitano de Santiago, son magníficas opciones para gozar un día en este barrio. Nada mejor que terminar la visita con un relajante paseo por la plaza Caupolicán, donde pueden degustarse golosinas de antaño.
En este barrio puede admirarse un museo al aire libre, en el Paseo de las Artes, donde las orillas de algunas calles son adornadas con mosaicos de artistas chilenos que aluden las obras de Gaudí y Miró.
Riqueza de sus barrios
Luego del terremoto de 1985, la zona poniente de Santiago de Chile se fue deshabitando, pero en los últimos años se ha trabajado para revitalizar esa región.
Yungay fue uno de los barrios que sufrió más abandono. Hoy, su peculiar arquitectura, monumentos como el Roto Chileno, erigido en el centro de la Plaza Yungay, pasajes patrimoniales y recintos culturales atraen a turistas y lugareños.
En la avenida Matucana, recién se inauguraron centros como el Cultural Matucana 100, que se conecta con los Museos ArteQuín, de Historia Natural, de Arte Contemporáneo, Tecnológico de la Quinta Normal, Ferroviario, de Arte Popular Latinoamericano, de la Solidaridad Salvador Allende, la nueva Biblioteca de Santiago y el Archivo Siglo XX.
El poniente de la metrópoli alberga casas de diseño tradicional criollo y palacios de estilo neoclásico y art decó que se ubican en los barrios de Brasil, República y Concha y Toro. Por su arquitectura, varios conjuntos habitacionales de la zona han sido declarados Monumento Nacional, además de ser consentidos de varios cineastas.
En terrenos que pertenecieron a monjas Agustinas, hoy se encuentra el barrio La Bolsa, el cual debe su nombre a los edificios de actividad bursátil y económica ahí localizados.
A unos metros de ese lugar se encuentra el barrio Lastarria, que resguarda el famoso cerro Santa Lucía y el Parque Forestal.
Un buen sitio para degustar los platillos típicos chilenos, especialmente basados en mariscos, es el Mercado Central, que alberga varios locales en un encantador edificio que data de 1872.
El barrio Brasil también es muy recurrido por su gastronomía, que se combina con la cultura y bohemia del lugar en amenos cafés y restaurantes.
El oriente de Santiago
Las áreas verdes predominan en esta región. Infinidad de parques son opción para disfrutar de un paseo entre paisajes montañosos. Destacan el Parque Inés de Suárez, el de las Esculturas, el Bustamante y Balmaceda, debajo del cual se encuentra el Museo de Los Tajamares. Uno de los más grandes es el Parque Padre, con más de 500 mil metros cuadrados. A los pies de la cordillera de los Andes, cientos de turistas y chilenos se regocijan en el Parque Araucano.
La Plaza de Armas, antes Plaza Mayor, es otro punto de encuentro en la vida diaria en el oriente de la urbe. Cercanos a ella se admiran la Real Audiencia, la Casa de los Gobernadores y la Iglesia Mayor.
Entre nieve y vino
Por su cercanía con los Andes, el oriente de la metrópoli es el lugar perfecto para practicar deportes invernales entre mayo y agosto. A las orillas de la zona se localizan importantes centros de esquí, como Valle Nevado, La Parva, Farellones, El Colorado, Lagunillas y más al norte, Portillo, a sólo una hora del aeropuerto internacional.
En el sur se localiza otro de los más importantes centros de esquí, que también es un SPA con aguas termales, se trata de Termas de Chillán, situado al pie del Volcán Chillán.
Sin duda los deportes en la nieve son una experiencia muy atractiva para muchos turistas de países del hemisferio norte, quienes durante esa época viven el verano en sus lugares de origen.
También resultan tentadores los recorridos que pueden disfrutarse en diferentes viñedos a los alrededores de Santiago de Chile y de otras ciudades que conforman el Valle Central de Chile.
Un punto reconocido y privilegiado para la agricultura y exportación de vino y fruta es el camino por la carretera de La Fruta con rumbo a la hacienda de los Lingues y el Valle Central.
De compras y fiesta
Ricardo Lyon es una de las calles eje en las áreas comerciales, pues conduce a un sinfín de tiendas de reconocidas marcas y variedad de artículos, situadas al margen del lugar donde se levanta el rascacielos Costanera Center.
En el municipio de Vitacura también se ubican los complejos comerciales más exclusivos, así como numerosas galerías de arte contemporáneo, que ofrecen reproducciones de grandes obras en precios económicos.
Algo que no puede faltar en las compras de todo viajero es alguna pieza de Lapislázuli, piedra semipreciosa que sólo puede encontrarse en Chile y Afganistán. La Plaza Caupolicán es un buen sitio para adquirirla, aunque en diferentes puntos de Santiago se comercializa.
Luego de las compras, un paseo por la noche será una experiencia inolvidable que bien vale la pena. Los bares y los restaurantes predilectos de los santiaguinos se concentran en las calles Manuel Montt y Pedro de Valdivia. La Plaza Ñuñoa es otro centro que reúne a todos los turistas y lugareños en sus acogedores restaurantes bohemios con hermosas terrazas, pero sin duda, todos y cada uno de los barrios de la ciudad resguardan joyas gastronómicas y de diversión.
Más información: Sitio oficial de turismo en Chile