Esta zona arqueológica es considerada como el centro más importante en el Altiplano Mexicano durante el Período Epiclásico.
En el occidente del estado de Morelos, a 30 kilómetros de la ciudad de Cuernavaca, aproximadamente, se encuentra la zona arqueológica de Xochicalco, ubicada en la colindancia de los municipios de Miacatlán y Temixco. Como reducto precolombino posee gran valor y atractivo y como monumento histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.
Dos opciones para llegar
Llegar al enclave es muy fácil, una opción es desde Cuernavaca, luego se toma la Carretera Federal No. 95 hasta el poblado de Alpuyeca, enseguida se toma la desviación hacia Miacatlán, ocho kilómetros a la derecha se encuentra otra desviación de casi cuatro kilómetros que te lleva hasta la zona. La otra forma de llegar es tomar la Autopista del Sol Cuernavaca-Acapulco y una vez que ha llegado a la caseta de Alpuyeca y donde se toma camino hacia el pueblo del mismo nombre, se sigue la desviación hacia Miacatlán, ocho kilómetros a la derecha se encuentra otro trayecto de cuatro kilómetros que lleva hasta el famoso lugar, considerado como el centro más importante en el Altiplano Mexicano durante el Período Epiclásico.
Plazas y basamentos
Este centro ceremonial fue construido sobre una colina que se eleva a 130 metros sobre la planicie circundante. El basamento piramidal de dimensiones geológicas fue edificado a base de modificaciones artificiales, es decir, hicieron cortes, rellenos y muros de contención, para formar terrazas, dando a este lugar la personalidad que hoy conserva.
Entre los edificios más sobresalientes del conjunto, destacan el Templo de la Serpiente Emplumada o Templo de Quetzalcóatl, conocido por sus refinados altorrelieves en los que se representan distintos glifos y la efigie de la serpiente emplumada.
Las plazas y principales edificios públicos y religiosos se localizan en la parte superior, asentados sobre grandes espacios nivelados. Eran sitios destinados para las clases gobernantes, religiosas, militares y la población de menor rango.
Por otra parte, la Plaza de la Estela de los Dos Grifos, comprende los edificios este y oeste, el adoratorio, la escalera inferior de la Gran Pirámide y la Pirámide de las Estelas, las cuales tienen esculpidos los nombres y escenas de tres reyes de Xochicalco, algunas han sido removidas de sus lugares originales, y ahora se exhiben en el Museo Antropología e Historia del INAH en la Ciudad de México o en el Museo de Sitio, el cual fue inaugurado el 10 de abril de 1996 y expone 600 piezas arqueológicas encontradas en la última excavación de esa zona, entre ellas destacan las estelas.
El Observatorio
Esta edificación se localiza debajo de la Gran Plataforma y dentro de una cueva con escalones labrados hacia el interior. Se sabe que era utilizada principalmente para marcar el inicio del ciclo agrícola.
Es uno de los observatorios mejor conservados en México y originalmente se encontraba recubierto con estuco y pintado de colores negro, amarillo y rojo.
Desde ese punto, a través de la chimenea de observación, por la noche se pueden ver los astros que pasan por el cenit, es decir, el punto más alto de la esfera celeste.
Durante el día, este fenómeno se presenta en cuatro ocasiones del año, a mediados de mayo y a fines de julio; a fines de abril y hasta mediados de agosto. Durante los equinoccios de primavera y otoño los rayos solares iluminan la cueva de forma alucinante…fabulosa.
Espectáculo de luz y sonido
Pero si todo lo anterior es atractivo para los amantes de la arqueología y los viajeros de todas latitudes, Xochicalco también ofrece un magnífico espectáculo de luz y sonido; éste se presenta durante varios días de la semana y en distintos horarios. Se trata de un evento que resalta la belleza del lugar y la grandeza de los edificios, logrando una exhibición impar.
Por último, hay que recomendar una visita a los alrededores de este sitio arqueológico, donde gracias al generoso clima cálido de la zona, se han establecido diversos balnearios y spas. También se encuentran las Ex hacienda de Temixco, la Hacienda San José, la Hacienda Vista Hermosa y la Hacienda San Gabriel, edificaciones de los siglos XVII y XVIII, algunas de ellas habilitadas como centros de recreación y otras como alojamiento de singulares características.
Más información: Lugares INAH | Visit Morelos
