Mezcala

La historia emerge en Chapala.

Vista de Mezcala y la Isla del Presidio
Vista de Mezcala y la Isla del Presidio

Como testigo silente de la historia y las luchas por la emancipación, emerge del manto lacustre de Chapala una isla que guarda misterios y relatos de una época ya ida y que resulta un interesantísimo lugar para visitar en el Estado de Jalisco: Mezcala.

El nombre se lo da el pueblo que frente al lago la vigila y que pertenece al municipio de Poncitlán, en la Ribera del lago más grande de México.

El pueblo se declara de población totalmente indígena, lo que se capta en sus ricas costumbres y en su gente, orgullosa de sus raíces; desde ahí se tiene una vista privilegiada del lago de Chapala, en donde se perfila la Isla de Mezcala o Isla del Presidio; en el centro se encuentra la Iglesia de la Asunción, que data de 1703, cuyas torres son icónicas de la población, ya que desde que se acerca el viajero, se distinguen por sobre todo el poblado.

Vista aérea de la isla del Presidio.
Vista aérea de la isla del Presidio

Desde Mezcala salen lanchas hacia la Isla, actividad turística que ha significado parte de su economía reciente. Es un pueblo de gran belleza y atractivos como museos y notables escenarios naturales.

La Isla de Mezcala

Iglesia de la Asunción en Mezcala.
Iglesia de la Asunción en Mezcala

La isla de Mezcala se encuentra enfrente y ha sido escenario de gestas heroicas y acontecimientos históricos que han marcado al municipio, además de ser un sitio de gran belleza, de donde se logran vistas únicas del lago.

Desde tiempos remotos, fue un centro de culto de gran importancia para los locales y para los habitantes de sus vecindades, y de hecho se estima que estuvo habitada desde hace 10,000 años, lo que se confirma basándose en los hallazgos paleontológicos encontrados, que incluyen puntas de obsidiana, ornamentos, las representativas tumbas de tiro y piezas cerámicas de la tradición Teuchitlán, es decir, del municipio donde se encuentra la Zona Arqueológica de los Guachimontones; también han sido encontradas piezas del tipo Ixtepete, que corresponden al periodo clásico, es decir, del 200 al 700 d.C, y por último están las muestras que se han descubierto de la tradición de Aztlán, a las cuales se les calcula una antigüedad que va del 850 al 1350 d.C.

Restos del presidio.
Restos del presidio

La Isla de Mezcala fue el refugio de los habitantes que en la época colonial se sublevaron y resistieron durante la época insurgente, habiendo quedado escrito con esto el carácter heroico de estos hombres y mujeres que prefirieron literalmente “aislarse” y resistir hasta la muerte, antes de vender su libertad.

De hecho, dice la historia que el 22 de Junio de 1814, Félix María Calleja, siendo ya virrey de la Nueva España, declaró que la insurrección de México había terminado, y que se había acabado con los insurrectos, excepto en la isla de Mezcala, en el lago de Chapala, pero que según sus palabras «no tardaría en ser un sepulcro».

Tiempo después, el virrey tuvo que retractarse y hacerlo precisamente con los insurgentes de Mezcala, quienes duraron todavía dos años más luchando valientemente por su independencia.

Iglesia de la Asunción en Mezcala.
Iglesia de la Asunción

De hecho, según lo refiere justamente un cronista michoacano, México tiene una deuda con el insurgente Marcos Castellanos, jefe de la rebelión de Mezcala, quien fue un presbítero que nació en el poblado ribereño de La Palma de Jesús, Michoacán, quien abandonó el púlpito para sumarse al llamado de Miguel Hidalgo y Costilla, junto con su paisano José Antonio «El Amo» Torres; juntos armaron a cientos de hombres que sufrían de la opresión de los protegidos del virrey y quienes tras la promulgación de la Constitución de Apatzingán y el pronunciamiento de Los Sentimientos de La Nación, lucharon por una patria nueva, libre de la opresión europea.

Embarcadero en Mezcala.
Embarcadero

En la isla, se encuentran como un vestigio histórico de gran relevancia e interés, los restos de lo que fue el Presidio que en 1817 fundara Don José de la Cruz, intendente de la Nueva Galicia, y que funcionara de 1826 a 1855. Don José quiso con ello demostrar el poder real en la región y de alguna manera lo logró.

Es la única obra de arquitectura militar en el territorio de Jalisco, además de ser un sitio de gran interés para visitar.

Para llegar a la isla, se puede contratar una lancha desde el pueblo, aunque también desde otros lugares ribereños del lago de Chapala, hay quienes llevan a los turistas a conocer este lugar, haciendo con ello un viaje en la historia.

Malecón
Malecón de Mezcala

La Iglesia de la Asunción

Ya estando por esos lares, vale la pena conocer una obra arquitectónica de tipo religioso que data de 1703, la cual está construida en ladrillo, lo que le da un estilo muy propio y diferente, que se complementa con las blancas torres de los campanarios, que se pueden apreciar desde mucho antes de llegar a este pueblo de costumbres lacustres, de tantos bellos atractivos y lleno de gente amistosa, honesta, de origen indígena y profundamente religiosa; devotos sobre todo de la Virgen de la Asunción, a quien está dedicada esta construcción religiosa de tan bella factoría.

Mezcala de la Asunción resulta ser un bello paraje a la orilla del lago de Chapala, que refleja en sus aguas la belleza de sus torres parroquiales, las cuales pueden distinguirse de que se acerca uno al poblado, erectas e imbatibles ante el paso del tiempo, aguardando a ser visitadas para contar historias de anarquía y de rebelión, de insurrección y gloria.

Más información: Visit Jalisco

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